En plena crisis económica emerge en Brooklyn una institución que representa una tradición estadounidense poco conocida: The Park Slope Food Coop, un supermercado cooperativo donde sus 16.000 socias y socios, provenientes de todos los sectores de la sociedad, trabajan tres horas al mes para ganarse el derecho a comprar la mejor comida de Nueva York a unos precios increíblemente bajos. El éxito de esta cooperativa es una mala noticia para el capitalismo y el negocio agroalimentario actual y una oportunidad única para intentar cambiar los sistemas de producción y distribución de comida.