El final de nuestro viaje comienza en el corazón de África, en Sudán. Al igual que el sagrado río Nilo que atraviesa estas tierras, la música sudanesa está llena de arroyos que se alimentan de Oriente y Occidente. De ese modo, y lo vamos a comprobar al conocer Khartoum, se crean paisajes sonoros que transitan por el folclore de las tribus nómadas, la canción tradicional, la música sufí, el reggae, el pop o el rap.