Esta es la historia de unas mujeres luchadoras, tenaces, emotivas, nostálgicas, esperanzadas, valientes, participativas… Unas mujeres que fueron capaces de levantar, en la nada, en el más inhóspito de los paisajes, vida. Son las mujeres saharauis. Hace 39 años, cuando fueron exiliadas, los hombres marcharon a la guerra y ellas levantaron “ciudades transitorias”: los campamentos de refugiados. Organizaron a sus familias, administración, hogares e inventaron un nuevo día a día para hacer lo más llevadera posible una espera y una lucha pacífica cuyo final se desconoce. Estas mujeres son las abuelas de las protagonistas de la película, las nuevas generaciones que ya no han podido conocer el mar de su país.