Cleveland, Nueva York, Londres y París son los ejes centrales de este profundo repaso a la vida de Stiv Bators, estandarte del punk rock americano marcado por una devoción ciega al estilo de vida rock 'n' roll: sexo, drogas y decibelios. La pasión por repetir las hazañas de sus ídolos (Alice Cooper, Iggy Pop, Jim Morrison) y una imagen pública feroz y autodestructiva escondían una personalidad tierna, débil y de carácter infantil. El documental recoge las voces de quienes tocaron con él, convirtiéndose en un desfile de grandes nombres del glam, el punk, y el rock gótico, con grupos como Generation X, The Clash, Sham 69 o Barracudas.